miércoles, 22 de septiembre de 2010

Donde el amor no estriba en el engaño

 Astilla rota o voz gastada
el fulgor del relámpago
la sonrisa atravesada.

Sola encina en el espacio
en un atardecer abandonado;
tonos ocres y cansados
espiga de trigo solitaria.

Rumor de aire fresco en hojas aún verdes,
golpes suaves en la tierra de gotas o lágrimas
y filas de hormigas
negras...........................

Paisajes fugaces y desnudos
donde la mente abatida
o pensamiento desgarrado
no asilan a la locura.

Todo aquí
donde el amor rehusado
escucha su llanto.

2 comentarios:

N Ó M A D A dijo...

Uf! Después de esto qué digo?
Hay algo que decir, después de esto?

Meme dijo...

Las encinas son parte de mi infancia, son parte de mi, como yo soy a las golondrinas.